Pensando.

Después de cada día de clases llego a mi casa, me relajo, miro a mis padres y a mis hermanos, tengo una vida no perfecta, pero no me quejo. Dicen que no existe la felicidad ... solo momentos felices, y agradezco cada momento feliz que tengo en mi vida.

Pienso en las personas que no tienen casa, en las personas que ya no están con ellos sus padres, que no tienen a alguien con pelear y discutir como son los hermanos, ni tampoco a alguien a quien volver loco dando besos y abrazos, como a mamá. ¡Aveces paso por la calle y miro esos niños en la calle y me pregunto si tienen una familia, si hay alguien esperándolos en casa, si tienen una casa! Muchas veces deseara tomarlos de las manos y llevarlos a casa conmigo, pero no puedo hacer eso, solo puedo regalarles una sonrisa, bajar mi rostro y seguir mi camino pensando en lo afortunada que soy. Solo espero algún día tener las posibilidades para regalarles algo más que una simple sonrisa.